las rosas de seda

El oleaje en la mar, me da la canción con esencia de azahar, quiero besar el viento que se cuela entre mis brazos, sed de sangre, cual vampiro viviré entre tus recuerdos pues olvidar aun no existe solo goza de pensar que recordar no puedes, buen viajero...

martes, 24 de abril de 2012


Nace de un miedo que yo misma no me explico, crece como si fuera una enredadera


Hoy me encuentro en una encrucijada, siento miedo de seguir de perderme entre las profundidades de lo desconocido; siento miedo de correr y huir. 

Mis caminos son dos, continuar: luchar como guerrera de la manera en que hasta ahora lo he hecho; o huir, correr, perderme entre las sombras de las elecciones. 

Hoy me encuentro aquí, pensando en las dificultades, temiendo salir a la guerra cuando aún me siento tan herida o huir acobardada de todo aquello que ya no sé qué es.


Un miedo inexplicable, intoxícate y algo más que no podría alcanzar a explicar…


Hoy con mi hacha de guerra, con las decisiones frías, el corazón en el puño y los sueños rotos, pido a los cielos un auxilio, miro a lo lejos la esperanza de los viejos, la ilusión de los infantes y la ambición de los jóvenes; ruego a los cielos, a dioses en quienes creer, un plegaria silenciosa, una que mis labios sellados ya no quieren pronunciar.

Temor de un mañana, eso es banal, hoy temo. Mi plegaria es…


Coraje.