Bueno, ya tiene tiempo en que no escribía aquí, no es
que no necesitara un poco de refugio, es solo que ahora considero necesitarlo
más. Creo que si no me adentro aquí hare una serie de tonterías que terminaran
con mis avances: como un suspiro a un castillo de naipes.
No hay mucho que pueda decir, hay veces en las que me
quiero rendir, no solo de continuar, sino de escribir que es lo que más me
gusta. Mi mente rebelde no quiere lo mismo y me llena incluso ahoga con miles
de pensamientos interesantes. Historias creativas, tontas, románticas,
fantasiosas, misteriosas… No puedo decir que todas ellas buenas, y tampoco que
todas las que son buenas se queden en mi memoria.
Entre ellas podría decir que hay unas cuantas que me interesaría
mucho compartir con las personas, me gustaría poder escuchar lo que piensan, lo
que opinan.
No pido más que unas cuantas palabras.
Debo decir que mi falta de atención en este refugio es
que esta tristemente solo, no puedo decir que no es mi culpa, pero me gustaría que
si leen algo dejen un saludo que nada cuesta.
Admito que me avergüenza un poco saber que la entrada
que más han visitado es “Las sardinas
voladoras” realmente creí que no les
gustaría, pero imagino que son gente de gusto excéntrico, y de eso yo sé mucho.
Hoy he comenzado una pequeña (o eso es lo que yo creo)
historia, es sobre ángeles y demonios. No es una historia de misterio, es más
bien una historia romántica y dramática.
A decir verdad no creo que los ángeles y demonios tengan un sexo
definido puesto que a penas y son entes, seres que realmente no tienen cuerpo,
pero que es necesario para la historia que quiero crear. Al menos en este lugar
serán a libre decisión.
Espero leerlos.
Buena suerte, siempre…
No hay comentarios:
Publicar un comentario